Galli: En los días de los emperadores, habríais estado diseñando coliseos, baños y estanques. En lugar de todo eso, habréis creado un alma.
Miguel Ángel respondió: Si no hay alma, no hay escultura.
[Acabo de terminar de leer 'Miguel Ángel' de Irving Stone -la edición de 1961. Quedé fascinada. Hasta cayeron algunas lágrimas por ahí]