Algunas consideraciones reflexivas




"Seguramente que entre la música y el color no hay nada más en común que el hecho de que ambos siguen el mismo camino. Siete notas con ligeras modificaciones son suficientes para crear sabe Dios qué universo. ¿Debería ser diferente en las artes plásticas?".
Henri Matisse



7 de octubre de 2010

Nacimiento De Un Espacio: Mitos y geometría en el Quattrocento. En Pintura y Sociedad. Pierre Francastel.

El Renacimiento estuvo basado en dos cosas:
- Empleo de un sistema de perspectiva basado en la matemática de Euclides
- Observación de los vestigios de la Antigüedad.
El primero en hablar de un “brusco” Renacimiento fue Vasari en el siglo XVI. En el XIX esta idea fue retomada por Michelet, Taine y Burckhardt.
Los límites cronológicos son confusos, algunos incluyen a Petrarca y Boccaccio, y otros hablan de la toma de Constantinopla. Pero lo que es indiscutible es que el Quattrocento es italiano y representa un giro de la humanidad hacia las fuentes eternas del saber.
El gran movimiento de las artes a principios del s. XV se remonta a tres florentinos: Filippo Brunelleschi, Donatello y Paolo Uccello, unidos a Manetti y a Giotto.
En Florencia se concluye la catedral: Santa María dei Fiore. Brunelleschi utiliza métodos de trazado, cálculo y proporción completamente diferentes a las “razones” de la Edad Media. Para él, el espacio ya no es el volumen de aire encerrado en las paredes de la bóveda, posee una cualidad homogénea y esta en todas partes. Es continente y contenido, envuelve y es envuelto.    
La cúpula de Santa María no esta concebida como un sistema cerrado, sino que esta en relación con todo el universo. Es el lugar geométrico de todas las líneas.
La Edad Media había concebido el edificio como un envoltorio, el Renacimiento va a contemplarlo como la materialización de un sistema de planos y líneas abierto, envolvente y envuelto.
Edad Media: luz coloreada
Renacimiento: luz diáfana
Brunelleschi ingenia un aparato óptico que nos acerca a los problemas de la pintura. “La perspectiva lineal, la representación matemática del espacio tridimensional sobre el plano bidimensional de un cuadro, es uno de los logros del Renacimiento que más han perdurado”. La técnica fue descubierta por Brunelleschi durante la segunda década del s. XV. Sus primeros experimentos dieron como resultado dos cuadros de perspectiva, uno que representaba el Baptisterio y otro el Ayuntamiento. Donatello, Masaccio y Ghiberti adoptaron el método. Para Ghiberti la especulación  sobre la luz y el espacio es una ciencia teórica, en sus Puertas del Paraíso utiliza el mismo tratamiento de la luz que Donatello usa en su David.
Concebir el Renacimiento como un repentino milagro es un error, pero no podemos negar que al principio del s. XIV sucede algo importante. El descubrimiento de las cualidades de la luz (sustancia susceptible de ser medida y manipulada por el artista) inspiró, no sólo la idea  de un nuevo funcionalismo arquitectónico, sino también un sistema de representación pictórico del espacio.
Todo será regido por la proporción y el número. El punto de partida será el boceto lineal. Brunelleschi teoriza lo que será la arquitectura renacentista. Fue el innovador más audaz. Crea el nuevo espacio.
Para comprender cómo nace el nuevo espacio plástico hay que entender el desarrollo del descubrimiento de un objeto o un cuerpo desconocido o de un método de organización o de interpretación de hechos ya conocidos.
¿Cómo se configura el nuevo método de representación?
-         Se descubre el carácter manipulable y continuo de la luz diáfana (Brunelleschi y Donatello)
-         Conocimientos matemáticos nacidos de las generaciones anteriores (antes de Brunelleschi y Uccello ya se conocía la “perspectiva”, pero no se había desarrollado un principio, no se habían entendido las relaciones geométricas y matemáticas, ni que la luz era mensurable).
-         Se descubre que el vacío puede ser medido, se revela la racionalidad del espacio y de las cosas. Esto puso fin a la división en compartimentos y al realismo medieval.
La integración de las partes concretas y sutiles del universo físico y la fe en la magia del número prepararon tanto el descubrimiento de América como la nueva jurisprudencia.
A mediados del s. XV el Renacimiento era sólo una posibilidad.
Desde el punto de vista de la realización no hay obra de pintura (‘400) que pueda compararse con Brunelleschi. Se ha tendido a pensar en Masaccio (frescos del Carmine).
Fresco de los milagros de San Pedro con la resurrección de la Tabita. No hay un tema revolucionario en esta obra. El espacio no esta unido plásticamente. No hay una escala común entre las figuras.
Decorado arquitectónico, se sostenía que el pintor nos había ofrecido una transposición de la Florencia renacentista, que aparece configurada en el cuadro. La hipótesis no se sostiene en pie.
Tanto la Tabita, como el Tributo poseen formas procedentes de la experiencia teatral que Giotto empleó en algunas de sus obras. Las casas representadas no nos dan ninguna idea de la nueva Florencia de los Médicis, que fue construida sesenta años más tarde. Nos equivocamos al imaginar que la nueva Florencia nació un buen día de la imaginación de algunos inventores. Durante un siglo, el Renacimiento sólo existió en la imaginación de algunos individuos.
El mérito de Masaccio es haber representado el primer desnudo monumental y haber destacado el peso de los cuerpos en el espacio (Adán y Eva). La única obra de Masaccio que parece realmente inspirada en Brunelleschi es la Trinidad de Santa María Novella. Esto se debe a que la crucifixión está situada sobre una composición arquitectónica que entraña una falsa sensación de profundidad. Por supuesto que en el Carmine tampoco ignoró las ideas de Brunelleschi, lo que sí ignora es la ordenación unitaria del espacio y la integración de los planos alejados.
No podemos ver en Masaccio al hombre que cambió el rumbo de la representación plástica del espacio equiparando su talento al de Brunelleschi.
Otra figura que consideramos es la de Masolino (decoración del Baptisterio de Castiglione Olona). Muchos de sus elementos pertenecen al vocabulario del ‘300, pero algunos detalles están tratados en un estilo muy cercano al Adán y Eva de Masaccio.
Fra Angelico: En su obra hay una gran desigualdad de tendencias y de calidad. Lo mejor de su producción son las celdas del convento de San Marcos. Angélico era un auténtico creador de formas, y encontramos en sus obras algunas de las especulaciones de Brunelleschi.
Al principio la nueva moda de la perspectiva  es utilizada sólo en arquitectura. Será necesario un siglo para que se tome conciencia de las repercusiones de este método. Masaccio, Masolino y Angelico no parece que hayan percibido toda la importancia del descubrimiento de Brunelleschi.
Al principio este descubrimiento sólo pareció una revolución en la construcción. El primero que descubrió el milagro que tenían al alcance los artistas fue Uccello con la Muerte de Adán  que nos permite entender cómo se lucha por trazar la red de líneas interiores en el cubo espacial determinado por la visión euclidiana del espacio, y al mismo tiempo realizar la unión vivida de los gestos mediante una especie de interpretación en camafeo de los volúmenes del cuerpo humano.
Las Batallas de San Román (Uccello) son significativas por el uso de la perspectiva, el manejo de diferentes perspectivas en las distintas partes del lienzo: -> perspectiva lineal para el primer plano -> compartimentado medieval para el fondo.
Primera Generación (hasta 1453) Contemporánea de Alberti
Masolino, Masaccio, Fra Angelico, Andrea del Castagno, Paolo Uccello, Brunelleschi, Ghiberti, Donatello.
Segunda Generación (1450/80)
Piero della Francesca, Benozzo Gozzoli, Filippo Lippi, Gianni Bellini, Antonello da Messina, Andrea Mantegna.
Tercera Generación
Ghirlandaio, los Signorelli, Perugino (maestro de Rafael), Verrocchio (maestro de Leonardo), Pollaiolo, Carpaccio.  
1446 -> Alberti -> Palazzo Ruccellai
Michelozzo ->Palazzo Médici – Ricardi->decorado por Gozzoli
Después de 1489 ->Palazzo Strozzi -> Benedetto da Majano.
Se descubre un sistema de representación verdadero de las cosas por medio de la perspectiva lineal fundada sobre el conocimiento de las leyes de Euclides. El método pretende que las imágenes se inscriban en el interior de la ventana de Alberti, como el interior de un cubo abierto por uno de sus lados. En el interior de éste (especie de universo reducido) reinan las leyes de la física y la óptica de nuestro mundo. Todas las partes son mensurables en la misma escala.
Esta regla sólo se aplica muy imperfectamente a algunas obras (Cortejo de los reyes magos de Gozzoli). Hacia finales de siglo se convertirá en una regla de oro de la representación del espacio. De todas formas el desarrollo de la perspectiva y la unión no existirá, ni siquiera, al final del período (Esponsales de la Virgen y Transfiguración de Rafael). Este sistema no fue entendido nunca como una llave para resolver los problemas de representación del mundo. Años más tarde Leonardo describirá dos tipos de perspectiva: - una que permite estabilizar las relaciones de tamaño captadas y - otra que permitirá aplicar las leyes de la proyección desde un foco único.
Lo que descubrió el Renacimiento fue una de las leyes que le permitirá penetrar los secretos del universo mediante el análisis y la representación.
Para Alberti el objeto de la pintura es la figuración del mundo visible.
Dos ideas:
- Las cosas materiales y el espacio invisible son susceptibles de estar sometidos a una misma unidad de medida y se puede hacer entrar en un mismo sistema cosas que estén alejadas.
- En toda forma que se prolonga en el espacio, ninguna superficie esta verdaderamente cerrada, en consecuencia, la geometría consiste en la ciencia de las intersecciones.
La diferencia entre Alberti y Brunelleschi consiste en que el primero considera la cúpula  como el lugar de todas las luces de la ciudad y el segundo considera el cuadro como la proyección de un tema sometido a un único foco de luz. El cuadro no es sólo un sistema de líneas sino también de manchas coloreadas. La luz es una realidad tan manipulable como la forma -> una de las mayores dificultades será la conciliación entre la visión lineal y la visión coloreada de las cosas.
El artista plasma en la obra una realidad que no es el mundo exterior. No ofrece una imagen exacta de lo que ve. El ideal de una representación fiel a la realidad es una ilusión, y la coincidencia exacta entre la adaptación geométrica y la transposición luminosa es un mito.
Una vez construida la obra según las leyes de la línea de fuga y la visión monocular, se limitaron a colorear cada una de las superficies determinadas por la aplicación de la triangulación lineal del espacio.
Otros, más interesados por los valores introdujeron un sistema de composición para disimular la dificultad bajo un “efecto” agradable al ojo y a la imaginación. De esa necesidad de conciliar dos representaciones unitarias por las líneas y por la iluminación nace el chiaroscuro (claroscuro).
La introducción de un sistema general de representación del mundo exterior es más rica que en los siglos anteriores.
La Revolución Plástica que transformó los espacios fue el resultado de la sustitución de los métodos de la geometría plana por los de la geometría en el espacio.
Al final del ‘400 nada prueba que la totalidad de los pintores use un sistema único, ni el sistema de Alberti. Lo que se impone más que el espacio abierto y unitario de Brunelleschi, es el espacio plural y cúbico, derivado vía Giotto, de una interpretación del escenario antiguo medieval.
La obra de arte es una cosa positiva, pero no puede ser una reproducción ni de lo que está en la naturaleza ni de lo que está en el espacio. Entendido esto, dejaremos de hablar de realismo en el Renacimiento.  
El sistema de veduta [1] consiste en abrir en una de las partes superficiales de la composición una ventana en cuyo interior se sitúa una vista abierta sobre la naturaleza. La veduta se hace para permitir añadir a una representación cerrada del espacio la extensión que le falta. Lo nuevo es la utilización del sistema de la veduta para la figuración de las partes alejadas, como único fondo de un episodio. Los fondos del Renacimiento se deben, no a una interpretación directa de la naturaleza, sino a una interpretación de la veduta.
No debemos olvidar que un espacio plástico implica no sólo la creación de ambientes, sino también la creación de lugares particulares y colectivos.
La verdadera revolución intelectual y plástica ocurrió cuando los artistas se dieron cuenta de que la situación del hombre respecto al universo no estaba completamente definida por el dogma secular. Se abre así la investigación sobre el mundo y sobre el hombre.
El siglo XIX saldrá del marco euclidiano que le había legado el Renacimiento. Será preciso un nuevo espacio para un nuevo mundo, ligado a nuevas escalas de apreciación y de valor.

[1] Punto de vista

2 comentarios:

  1. Me pareció súper interesante este posteo (qué no me pareció interesante hasta ahora?) y encontré el libro...y lo compré. Ahora voy a poder seguir leyendo sobre el tema!
    Disfruto mucho cada vez que postean algo sobre algún autor, algún título...ya que yo no sé nada al respecto y es el puntapié inicial para empezar el proceso de saber más.
    Gracias!

    ResponderBorrar
  2. Hago ésta reflexión. existirá una consonancia entre la manera de ver el mundo del humanismo de la época con el descubrimiento de la corporalidad, una mirada que forma parte también del espacio en el que ve perspectivas (?); se me ocurre pensar que lo humano es perspectivo, en relación a lo intangible de la realidad como es en lo divino.

    PD de humor: Creo que garabatear reflexiones filosóficas le da una creatividad interesante al pensamiento, por lo menos a mi gusto más interesantes que los pensamientos ridículos de una persona enojada con su hermana, como los de Federico Nietzsche.

    ResponderBorrar