Algunas consideraciones reflexivas




"Seguramente que entre la música y el color no hay nada más en común que el hecho de que ambos siguen el mismo camino. Siete notas con ligeras modificaciones son suficientes para crear sabe Dios qué universo. ¿Debería ser diferente en las artes plásticas?".
Henri Matisse



18 de septiembre de 2010

La Vanguardia Intratable. Del gusto al asco... "Tengo un loco e incontenible deseo de asesinar a la belleza".

"El discurso de la redención estética nos asegura que, tarde o temprano, todo arte nos parecerá bello, por feo que se mostrara al principio. ¡Intenta verlo como algo hermoso! se vuelve algo así como un imperativo para quienes contemplan un arte que de entrada no parece bello por ningún lado. Alguien me dijo que había encontrado belleza en los gusanos que infestaban la cabeza de vaca, cortada y en visible estado de putrefacción, puesta en una vitrina por el joven artista británico Damien Hirst. No puedo evitar sonreírme al pensar cuál no sería la frustración de Hirst si la opinión de esta persona la compartiera todo el mundo. Su autor pretendía hacerla repugnante, siendo ésta la única cualidad estéticamente irredimible que Kant reconoce en la Crítica del Juicio Estético. Para Kant la repugnancia era un modo de fealdad resistente a la clase de placer que incluso las cosas más desagradables - <las Furias, las enfermedades, las devastaciones de la guerra> - son capaces de causar cuando son representadas como bellas por las obras de arte. <Lo que provoca el asco>, escribe Kant, <no puede representarse de acuerdo con la naturaleza sin destruir toda satisfacción estética>. La representación de una cosa o sustancia repulsiva obra en nosotros el mismo efecto que obraría la presentación de una cosa o sustancia repulsiva. Dado que el propósito del arte debe ser, supuestamente, el de producir placer, sólo el más perverso de los artistas acometería la representación de lo repugnante, que no puede, <de acuerdo con la naturaleza>, producir placer en espectadores normales."


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